Los smartwatches se convirtieron en aliados cotidianos: nos ayudan a mantenernos en forma, estar conectados, medir nuestra salud y hasta dejar el celular en el bolsillo por un rato. Pero como todo dispositivo inteligente, también suman una nueva rutina a nuestras vidas: tener que cargarlos con regularidad. Y ahí es donde entra en juego un factor clave a la hora de elegir uno: la duración de la batería.
La autonomía de un smartwatch varía mucho según el modelo, el uso y las funciones activas. Algunos requieren una carga diaria, mientras que otros pueden durar varios días o incluso semanas sin pasar por el enchufe. En esta nota, te contamos cuánto dura realmente la batería de un smartwatch, qué factores influyen y cuáles son los modelos que se destacan por ofrecer más autonomía.
La batería, un aspecto clave que muchas veces se pasa por alto
Cuando se elige un smartwatch, lo más habitual es enfocarse en sus funcionalidades: qué sensores trae, si permite responder mensajes, cuántos modos deportivos tiene o si se puede personalizar su pantalla. También influye mucho su diseño: que sea cómodo, moderno y acorde al estilo personal de cada usuario. Sin embargo, hay un factor que muchas veces se subestima y que es clave para la experiencia de uso: la duración de la batería.
A diferencia de los relojes tradicionales —que pueden funcionar durante años con una sola pila—, los relojes inteligentes requieren ser cargados con frecuencia, a veces incluso todos los días. Esto implica que, además de todas las funciones que ofrecen, sumamos una nueva tarea cotidiana: recordar cargarlos. Y si bien puede parecer un detalle menor, lo cierto es que quedarse sin batería en medio del día o justo antes de una salida puede volver frustrante una herramienta que, en teoría, está pensada para simplificar la vida.
Por eso, al momento de elegir un smartwatch, es fundamental tener en cuenta qué tipo de batería tiene, cuánta autonomía ofrece según el uso que se le dará y qué opciones de gestión de energía permite el sistema operativo. Conocer estas características no solo ayuda a elegir mejor, sino también a aprovechar al máximo el dispositivo y evitar sorpresas en el día a día.
¿Cuánto dura realmente la batería de un smartwatch y cuáles tienen mejor autonomía?
La autonomía de un smartwatch depende de varios factores: el tamaño de la batería, el tipo de pantalla, la cantidad de sensores activos, el uso que se le dé (notificaciones, GPS, llamadas, música) y el sistema operativo. Por eso, no todos los relojes inteligentes ofrecen la misma duración, y algunos modelos están diseñados para priorizar la autonomía, mientras que otros apuestan por potencia y funciones avanzadas, aunque eso implique cargarlos más seguido.
En general, los smartwatches más completos, como el Apple Watch o el Google Pixel Watch, suelen tener una autonomía promedio de 1 a 2 días. Su potencia, las pantallas de alta resolución y las funciones que se ejecutan constantemente (como el monitoreo continuo de salud o la pantalla siempre encendida) hacen que la batería se consuma más rápido.
Por otro lado, modelos como los Samsung Galaxy Watch6 logran una autonomía un poco mayor, de entre 2 y 3 días con uso moderado, aunque eso puede extenderse si se usan en modo ahorro o con la pantalla apagada gran parte del tiempo.
Sin embargo, si lo que se busca es un reloj que dure varios días o incluso semanas sin necesidad de carga, hay opciones como los Huawei Watch GT o los Amazfit GTR, que pueden ofrecer entre 7 y 14 días de autonomía, dependiendo del modelo. Estos dispositivos optimizan el uso de recursos y permiten desactivar funciones que consumen mucha energía, como el GPS o el monitoreo constante.
También destacan los Garmin, como el Fenix 7 o el Enduro, que están pensados para deportistas de alto rendimiento y pueden alcanzar hasta dos semanas de batería (o más, en los modelos solares), incluso con monitoreo activo y uso intensivo del GPS.
¿Cómo hacer que la batería del smartwatch dure más?
Aunque la duración de la batería depende en gran parte del modelo y su capacidad, la forma en la que usamos el smartwatch también influye muchísimo. Ajustando algunas configuraciones y hábitos, es posible extender la autonomía sin perder funciones clave. Estos son algunos consejos y opciones de configuración que pueden ayudar:
- Una de las primeras cosas a revisar es la pantalla. Reducir el brillo o desactivar la función de «pantalla siempre encendida» puede tener un impacto directo en el consumo de energía. También se puede configurar el tiempo que permanece encendida tras una interacción o levantar la muñeca, acortándolo a unos pocos segundos.
- Otro punto clave es el uso del GPS y las conexiones inalámbricas. Si no necesitas ubicación constante, conviene desactivar el GPS cuando no se esté utilizando para entrenamientos o navegación. Lo mismo ocurre con el Wi-Fi, Bluetooth o datos móviles: algunos relojes permiten configurar estos servicios para que solo se activen cuando realmente se necesiten.
- Los sensores de salud, como el monitoreo continuo de frecuencia cardíaca, oxígeno en sangre o estrés, también consumen bastante batería. Si bien son funciones útiles, puedes optar por configurar un seguimiento más espaciado (por ejemplo, cada hora en lugar de cada minuto) o directamente desactivarlas si no las usas.
- Otro recurso útil es activar los modos de ahorro de energía que la mayoría de los smartwatches ofrecen. Estos modos reducen el acceso a ciertas funciones, pero permiten que el reloj siga funcionando como reloj (hora, notificaciones básicas) durante muchas horas extra.
- Por último, revisar y limitar las notificaciones que llegan al reloj también ayuda. Si está vibrando o encendiendo la pantalla constantemente por cada mensaje, red social o mail, el gasto energético será mayor. Solo deja activas las que realmente te resulten importantes.
Elegir con inteligencia, usar con conciencia
Los smartwatches llegaron para quedarse: ofrecen comodidad, conectividad y herramientas útiles para el día a día. Pero a diferencia de los relojes tradicionales, su funcionamiento depende de un componente esencial que muchas veces pasa desapercibido: la batería. A la hora de elegir un smartwatch, es tan importante fijarse en las funciones, el diseño y la compatibilidad como en la autonomía que puede ofrecer.
Cada modelo tiene su propio equilibrio entre potencia y duración. Algunos relojes priorizan la experiencia multimedia y necesitan cargarse a diario; otros, más orientados al deporte o al uso básico, pueden durar una semana o más. Pero más allá de la marca o el modelo, conocer cómo gestionar la batería y ajustar ciertas configuraciones puede marcar una gran diferencia.
En definitiva, si vas a sumar un nuevo dispositivo inteligente a tu rutina, también es clave pensar en cómo encaja en tu día a día y cuánto estás dispuesto a ocuparte de su carga. Elegir con inteligencia y usar con conciencia es la mejor forma de aprovechar al máximo tu smartwatch.