En la actualidad, el televisor se ha consolidado como uno de los dispositivos principales del hogar, no sólo para disfrutar de programas de televisión y películas, sino también para acceder a series, eventos deportivos y contenidos de plataformas digitales. Sin embargo, uno de los aspectos que con mayor frecuencia genera insatisfacción entre los usuarios es la calidad del sonido que estos aparatos ofrecen.
Muchas veces, el audio predeterminado del televisor no logra proporcionar una experiencia sonora envolvente ni clara, lo que limita considerablemente el disfrute del contenido audiovisual.
Si bien el mercado ofrece una gran variedad de accesorios que prometen mejorar la calidad del sonido, como barras de sonido, sistemas de home cinema o parlantes externos, las inversiones que estos equipos requieren no siempre están al alcance del bolsillo del consumidor promedio.
Ajustar correctamente las configuraciones del televisor
El primer paso indispensable para mejorar el sonido es revisar detenidamente las configuraciones que el mismo televisor ofrece. En muchos casos, al adquirir un equipo nuevo o al utilizarlo por primera vez, las opciones de audio se encuentran configuradas en modo predeterminado, sin prestar atención a detalles que pueden tener un impacto significativo en la calidad auditiva.
Es importante destacar que la mayoría de los televisores cuentan con diferentes perfiles o modos de sonido que se adaptan a los distintos tipos de contenido audiovisual. Entre estos modos suelen encontrarse opciones como “estándar”, “cine”, “música”, “voz”, “noche” u “optimizado”.
Probar cada uno de ellos aporta una variabilidad sonora que puede hacer una gran diferencia en la experiencia auditiva dependiendo del contenido que se esté consumiendo. Por ejemplo, el modo “voz” está diseñado para potenciar los tonos medios, lo que mejora notablemente la claridad en los diálogos y resulta ideal para programas de noticias o documentales donde el entendimiento de las palabras es fundamental.
Además, algunos modelos de televisores permiten ajustar de manera manual la ecualización, es decir, modificar los niveles de graves, medios y agudos según la preferencia del usuario. En esos casos, se recomienda aumentar los bajos para conseguir un sonido más profundo y disminuir un poco los agudos para evitar que el audio quede demasiado estridente o agudo, ya que esto puede resultar molesto tras un tiempo prolongado de escucha.
Por otro lado, si el televisor cuenta con la función de volumen automático o “nivelador de volumen”, resulta conveniente activarla para evitar las incómodas variaciones bruscas del sonido durante la emisión de comerciales o ciertos programas que suelen utilizar una dinámica sonora muy variable.
Mejorar la ubicación y el mobiliario alrededor del televisor
La calidad del audio que se percibe no depende exclusivamente del equipo, sino también del entorno en el que el televisor está ubicado. Uno de los aspectos a considerar es la posición del dispositivo. Es muy habitual que, para ahorrar espacio o por cuestiones estéticas, los televisores se coloquen dentro de muebles cerrados.
Sin embargo, esta práctica puede afectar negativamente la propagación del sonido, dado que en la mayoría de los equipos los parlantes están ubicados en las laterales o en la parte inferior, y requieren un espacio abierto para que el audio se disperse correctamente.
Por lo tanto, lo ideal es que el televisor se encuentre en un espacio abierto, o al menos que los paneles laterales de los muebles sean abiertos para facilitar la circulación del sonido. Esta simple acción puede permitir que el audio se amplifique de forma natural sin necesidad de recurrir a dispositivos externos.
Además, el entorno acústico en el que se encuentra el televisor juega un papel fundamental. Las superficies reflejantes, como paredes desnudas, pisos de cerámica o madera sin tratar, pueden provocar ecos y reverberaciones que distorsionan el sonido, causando una percepción menos clara y menos agradable. Para evitar esta situación, se aconseja incorporar elementos que amortigüen el ruido, como alfombras, cortinas gruesas y muebles tapizados, los cuales ayudan a absorber parte de las ondas sonoras y a mejorar la acústica del espacio.
Uso de accesorios caseros para mejorar el sonido
En ausencia de equipamiento especializado, existen algunos trucos caseros que pueden resultar sorprendentemente efectivos para potenciar la calidad del audio del televisor sin necesidad de realizar desembolsos adicionales. Cabe destacar que no se recomienda colocar objetos directamente sobre los parlantes, puesto que se corre el riesgo de bloquear la salida del sonido o incluso dañar los componentes.
Uno de los métodos consiste en utilizar una caja de cartón resistente y hueca, con una abertura frontal que funcione como una especie de “cajón de resonancia”. Colocando el televisor sobre esta caja y orientando los parlantes hacia la abertura, el sonido se amplifica naturalmente, logrando mayor volumen y profundidad. Esta medida puede ser especialmente útil para quienes cuentan con televisores con parlantes ubicados en la parte inferior.
De manera similar, se pueden emplear recipientes plásticos o de madera vacíos ubicados cerca de los parlantes para concentrar y direccionar el audio hacia el frente. De esta manera, se facilita la propagación de las ondas sonoras, mejorando la percepción sin la necesidad de dispositivos externos.
Otra práctica útil para evitar que el sonido se pierda o se embote consiste en separar el televisor de la pared posterior, dejando un espacio mínimo. Esto permite que el audio se disperse mejor y evita que las ondas sonoras se reflejen directamente contra la superficie de atrás, lo cual deteriora la calidad.
Optimizar el contenido de origen y la fuente del audio
Más allá de las configuraciones propias del televisor, la calidad del audio está también condicionada por la fuente del contenido. Esto incluye dispositivos externos como decodificadores, consolas de videojuegos, reproductores de DVD o Blu-ray, y conexiones a través de HDMI o USB.
Es conveniente revisar las configuraciones de estos equipos, ya que muchos cuentan con opciones para seleccionar el tipo de audio, pudiendo elegir entre sonido estéreo, Dolby Digital, o incluso configuraciones de sonido envolvente. Ajustar estas opciones para que se adapten a las capacidades del televisor puede generar una mejora significativa en la experiencia auditiva.
Asimismo, es fundamental asegurarse de que todos los cables estén en buen estado y correctamente conectados, puesto que una mala conexión puede producir pérdidas de señal o interferencias que afectan la calidad del sonido.