El vóley es un deporte de gran exigencia física, en el que cada movimiento requiere estabilidad, tracción, amortiguación y ligereza. En este contexto, el calzado juega un papel fundamental para garantizar un rendimiento óptimo y evitar lesiones.
Los accesorios más importantes para la práctica de vóley sin lugar a dudas son las zapatillas profesionales, diseñadas específicamente para responder a las necesidades del juego. En ese sentido, el diseño debe contemplar movimientos como saltos, desplazamientos laterales, recepciones, bloqueos y ataques.
Por lo tanto, la elección del calzado adecuado puede marcar la diferencia entre un jugador eficiente y uno que se expone constantemente a resbalones o problemas físicos. Por eso, es clave conocer las características que definen a las mejores zapatillas para este deporte.
¿Qué zapatilla es mejor para jugar voleibol?
La mejor zapatilla para jugar al vóley será aquella que brinde una combinación equilibrada entre amortiguación, estabilidad, agarre y ventilación. Existen diferentes modelos pensados tanto para principiantes como para profesionales, y la elección dependerá del nivel de juego, la posición en la cancha y el tipo de superficie.
En la búsqueda del mejor calzado para la práctica deportiva de vóley, se deben tener presente las necesidades individuales de cada jugador. Sin embargo, pueden destacarse modelos como el Nike Hyperset 2 y el ASICS Gel-Rocket, los cuales son altamente recomendados por su equilibrio entre tracción, amortiguación y soporte.
Los modelos más eficientes y duraderos
Una de las zapatillas más destacadas del mercado es la Asics Sky Elite FF, elegida por muchos jugadores de alto nivel. Este modelo ofrece una excelente amortiguación gracias a su tecnología FlyteFoam, combinada con una suela antideslizante y una estructura que mejora el impulso en los saltos.
Mizuno es otra marca destacada en el mundo del voleibol, y su modelo Wave Lightning es especialmente apreciado por su ligereza y agilidad. Este zapato ayuda a los jugadores a mantener la velocidad sin sacrificar el soporte.
También se encuentran las Nike React Hyperset, con un diseño más moderno y tecnologías adaptadas del básquet, pero reformuladas para el vóley. Estas zapatillas se destacan por su sujeción lateral, sistema de cordones con correa ajustable y su suela de goma con gran tracción.
La marca japonesa Asics, por su parte, domina el segmento con modelos como la Netburner Ballistic FF o la Gel-Tactic. Ambas son opciones ideales para quienes buscan calzado profesional a precios accesibles, sin resignar tecnología.
¿Cómo saber si una zapatilla es buena para el voleibol?
Una buena zapatilla para vóley debe cumplir con ciertos requisitos técnicos que garanticen la seguridad y el rendimiento del jugador. No se trata solo de una cuestión estética o de marca, sino de funcionalidad. En primer lugar, es fundamental que el calzado tenga una buena amortiguación, especialmente en la zona del talón y el antepié. Los constantes saltos y aterrizajes generan una gran carga de impacto sobre las articulaciones, por lo que un sistema de absorción es indispensable.
La estabilidad lateral es otro aspecto clave. En el vóley los desplazamientos laterales son frecuentes y bruscos, por lo que la zapatilla debe evitar torceduras y ofrecer buen soporte en los laterales. La suela antideslizante es otra parte sumamente funcional, sobre todo si se juega en canchas cubiertas. Las zapatillas deben tener una suela de goma que garantice tracción y evite resbalones durante el juego. Además, debe ser lo suficientemente flexible para permitir movimientos rápidos y cambios de dirección.
La ventilación también es importante. Las zapatillas de vóley deben contar con una parte superior de malla o tejido técnico que permita el flujo de aire y evite el sobrecalentamiento del pie. Por último, el ajuste debe ser firme pero cómodo. Una zapatilla demasiado apretada puede generar molestias, y una demasiado suelta puede afectar el control y la seguridad durante el juego.
¿Cómo deben ser las zapatillas de un jugador de voleibol?
Las zapatillas de un jugador de vóley deben adaptarse a su estilo de juego, su posición dentro de la cancha y sus características físicas. No todos los modelos sirven para todos, y es recomendable probar varias opciones antes de tomar una decisión definitiva.
Por ejemplo, los armadores suelen requerir calzado ligero que les permita moverse con agilidad y precisión. En este caso, modelos como las Asics Gel-Tactic o las Nike React Hyperset pueden ser ideales. Los receptores y liberos, por su parte, necesitan zapatillas que favorezcan los desplazamientos rápidos y una buena tracción, ya que pasan gran parte del tiempo en el suelo. Para ellos, la estabilidad lateral y la suela antideslizante son cruciales.
Los bloqueadores y atacantes, en cambio, necesitan más amortiguación para protegerse del impacto de los saltos. También les beneficia un buen retorno de energía para maximizar el impulso durante el ataque.
¿Qué marcas de zapatillas usa la Selección Argentina de Vóley?
La Selección Argentina de Vóley, tanto masculina como femenina, ha utilizado históricamente calzado de marcas reconocidas internacionalmente por su calidad y especialización en deportes de equipos que compiten en superficies cubiertas. Entre las más destacadas se encuentran Asics, Mizuno y, en menor medida, Nike y Adidas.
Muchos de los jugadores del equipo masculino, como Luciano De Cecco o Facundo Conte, han sido vistos utilizando modelos de la línea Asics Gel y Sky Elite. Estas zapatillas ofrecen gran estabilidad, amortiguación y un peso reducido, ideales para jugadores de alto rendimiento.
En torneos internacionales como los Juegos Olímpicos o la Liga de Naciones, también se ha visto a algunos jugadores calzando Nike React Hyperset, especialmente entre los más jóvenes o aquellos que combinan actividades deportivas fuera del vóley tradicional.
Cabe destacar que, si bien los jugadores suelen tener contratos personales con marcas, en competencias oficiales se busca uniformidad y calidad, por lo que las elecciones suelen girar en torno a Asics y Mizuno, líderes indiscutidos en calzado de vóley profesional.